Epilogo.

 




Epilogo.

 

 

Fay emitió un gemido placentero cuando su diminuto cuerpecito tocó el agua termal, su ahora esposo acompañó ese gemido a su lado, Bram estaba sonrojado a su lado y su pene sobresalía duro a través del agua caliente de las termas exteriores de la casa de campo, Habían pasado todo un mes de luna miel en las montañas y Fay apenas podía creer cómo de rápido había pasado el tiempo, dentro de tres días regresarían, lo que lo ponía triste y de mal humor, pues aún no podrían mudarse a la casa que les había dado Rodney de regalo de bodas hasta que ambos lograran graduarse y tener permiso de libre acceso al mundo humano, la casa que él lobo les otorgó se encontraba entre los barrios mágicos más seguros, pero si no contaban con el respectivo permiso que solo la academia draíochta acreditaba les era imposible habitarla, Fay estaba irritado porque eso significaba que regresaría a casa de sus padres hasta la graduación, por lo que no vería a Bram como deseaba, además de que debían comenzar a prepararse para los finales, todo aquello lo ponía de mal humor, sin embargo, intentaba no pensar mucho en eso, había otros problemas en los que debía concentrarse y ese problema era la negativa de su compañero a alimentarse de él.

 

—eres un pervertido…—reprocho con un adorable puchero nadando hacia el vampiro—No puedo evitarlo, no desde que hiciste aquello en nuestra luna de miel—la mirada de Bram se desvió de su compañero al cielo, su rostro estaba rojo y el vapor se reflejaba levemente en la puesta de sol, el vampiro suspiro de irritación al ver el sol escondiéndose tras el horizonte.

 

 

—¿te das cuenta que está oscuro verdad, además que ya tienes tu tatuaje protector ante el sol?

 

—lo sé, pero aun así me molesta odio el sol y el calor…—se quejó llevando una de sus manos a su frente, donde tapo el leve resplandor—¿entonces, Porque estas bañándote conmigo? —nadando, sus alitas estaban remojadas y caídas al acercarse a la pierna de su compañero, Bram tragando volvió a desviar su mirada—¡pervertido! —acusó el hada con una voz llena de falsa indignación y una sonrisa perversa. Saliendo del agua se apoyó en la pierna derecha del vampiro, desde ahí dio un saltito hasta su premio—¡Fay ten cuidado…el bebé!—fueron las palabras del vampiro cortándose abruptamente al ver a su diminuto compañero abrazando su verga—estoy bien, no tienes por qué preocuparte—Fay beso la ancha cabeza con cariño, concentrándose en el orificio uretral,  los gemidos de Bram comenzaron a ser trabajosos, sus colmillos se hicieron más largos y su estómago gruño de hambre, Fay cambio su tamaño sin soltar la verga de su esposo, desde que el embarazado comenzó a ser más notorio, Bram no se había alimentado de él y pese a que Fay lo había encontrado vomitando varias veces al intentar consumir la sangre de otras hadas, Bram se negó a alimentarse él, Bram le había explicado que los vampiros durante su crecimiento solían obsesionarse con un tipo concreto de sangre, eso no solo les indicaba de que raza seria su compañero, sino que también al unirse a él, la sangre de otros donantes que no fuera su compañero no les parecería deliciosa y no sería para nada nutritiva, por lo que Bram actualmente estaba matándose de hambre y Fay estaba enojado por ello, el vampiro se había vuelto tan exageradamente sobreprotector que apenas lo dejaba hacer algo, si por él fuera estaba seguro que ni lo dejaría levantarse de la cama, de no ser por la insistencia de Fay a ejercitarse.

 

Su leve vientre redondeado apenas comenzaba a notarse en su forma pequeña lo que había vuelto sobreprotector a Bram, por el falso delicado aspecto que mostraba y aunque a Fay en un principio le había parecido tierno, cuando Bram dejo de alimentarse de él lo enojó, porque esa sobreprotección estaba causando que este se viera demacrado por la falta de una alimentación nutritiva, había intentado de mil maneras hacerle ver que estaría bien si se alimentaba, pero el vampiro seguía con su negativa, por lo que Fay había ideado un plan, el sexo y la alimentación para los vampiro solía estar estrechamente ligados, por lo que si quería incentivar a su compañero a alimentarse él, primero debía seducirlo,  suspirando frustrado vio como su compañero lo ignoraba—si tienes hambre, sabes que puedes alimentarte de mí…estaré bien no me pasara nada, no soy tan frágil como crees

 

—pero… ¡no sería malo para el bebé si dreno demasiado tu sangre!

 

—por supuesto que no, además si tanto te preocupa puedes alimentarme bien después de eso—se quejó, viendo a Bram morderse los labios con ansiedad, para distraerlo Fay apretó su miembro, acariciando con su pulgar la cabeza sonrojada, Bram emitió un leve suspiro placentero, por lo que Fay aprovecho para subirle encima, poso con malicia sus brazos por la espalda del pobre vampiro—¡aliméntate de mí, deja de poner excusas tontas! ¡No me pasara nada, me duele verte así demacrado!

 

 

Rogo el hada, usando hasta el último truco sucio bajo su manga, sabia como se podía Bram al verlo triste, siempre cediendo a sus deseos al verlo llorar, por su parte el vampiro tras la declaración estaba todo rojo, con nerviosismo mordía sus labios y miraba su cuello con anhelo, pero al final desvió su mirada—¡no puedo! —exclamo, a lo que Fay ya enojado, simplemente empujo la cabeza del chico hacia su cuello—sé que tienes hambre, deja de ser tan terco, además el embarazo de las hadas no es como el de otros paranormales, no nos harás daño—sus caderas comenzaron abajar por el pene de Bram, el hada malvadamente posiciono el miembro justo en su entrada y haciendo movimientos circulares tentó al su pobre compañero, quien a los pocos minutos se rindió, sus colmillos se clavaron a su cuello casi al mismo tiempo que fue empalado de un solo golpe, Fay grito placenteramente al ser llenado, podía sentir como el calor del agua caliente se filtraba por todos lados de su interior, mezclándose con su lubricación natural, dichoso enredo sus piernas a la espalda de Bram.

 

 

—¡si! —gimió lujuriosamente, haciendo gruñir a Bram, quien alejándose de su cuello momentáneamente, después de lamer y cerrar las pequeñas heridas, mirándolo fijamente a los ojos lo beso, sus lenguas se enredaron en un frenesí y Fay pudo probarse así mismo, Bram mordisqueo sus labios clavando sus colmillos en uno de sus pezones, al mismo tiempo que empujaba fuerte y preciso

—s-seguro, que está bien…—pregunto atiborrándose, alternando entre un pezón a otro, la fuerte succión y laminas a sus ya abusados pezones provocó que Fay se excitara aún más, apretara con fuerza el pene en su interior—¡no hables con la boca llena, es de mala educación! —regaño en tono infantil, su pene se movía de lado a lado, duro entre los rebotes de Bram, era como montar un caballo salvaje y Fay le estaba encantando tanto, que su pene poco a poco comenzó a lagrimear liquido prese minal, pero cada vez que estaba por correrse Bram malvadamente disminuía el ritmo, Fay estaba tan frustrado que comenzó a llorar—¡deja que venga!—suplico—no…no…has sido perverso conmigo hoy y creo que mereces un poco de disciplina.

 

Dando una dura embestida amenazo, quedándose quieto nuevamente—¡eso es cruel, solo lo hice porque estabas siendo un idiota! —contrarresto, comenzando a moverse por cuenta propia, su cuerpo comenzó a temblar de placer, al ver como el enorme pene de Bram desaparecía en su hinchado botón rosa, el pobre agujero del hada estaba obscenamente abierto por el excesivo uso y podía verse semen desbordarse apenas en pequeños hilos que eran lavados por el agua caliente de las termas casi al instante, Fay de mala gana al ver la negativa de su compañero a complacerlo comenzó a empalarse así mismo, sollozando de frustración al poco rato, pues no le era suficiente—¡por favor! Quiero correrme—rogo nuevamente—Bram al escuchar su ruego lamiendo los últimos restos de sangre su pezón izquierdo, sonriendo malvadamente, simplemente lamio sus labios—¡me sedujiste, torturarte y no paraste hasta que obtuviste lo que querías, cuando yo solo quería cuidarte, eso asido cruel de tu parte!—expreso el vampiro, Fay entre lágrimas y aun moviéndose suevamente en círculos, lo miro y un adorable puchero se formó en su rostro—no me gusta verte demacrado, hasta ahora te ves más saludable ¡no soy frágil! Puedes alimentarte todo lo que quieras de mí, no me pasara nada, porque, así como tú me cuidas así quiero cuidarte, tanto te cuesta ver eso.

 

Dijo y el vampiro perdió nuevamente, su rostro nuevamente se tornó rojo—¡porque siempre tengo que caer, a este paso nunca podre negarte nada! —embistiendo con fuerza, sintió como las paredes internas de Fay lo aplastaron y con un gemido placentero y sin tocar el pene de su compañero este se corrió copiosamente, su leche mancho todo su abdomen, lo que provocó que después de apenas dos embestidas terminara por correrse vergonzosamente, su semen se desbordo del agujero usado e hinchado de Fay, quien por si fuera poco estaba en éxtasis, sus labios estaban rojos al igual que sus mejillas y su pene ya estaba medio duro nuevamente, la vista tan tentadora provocó otro vergonzoso gruñido de su estómago.

 

—¡bestia!

 

Acuso el hada—¡que esperabas, no he comido bien en semanas—se excusó el vampiro, cargando a su compañero fuera de las aguas con su pene aun dentro, con facilidad lo cargo hasta la sala, posicionándose encima de él en una cómoda alfombra mullida de la sala—y de quien es la culpa—regaño Fay—solo mía…—contesto haciendo reír al hada—vez no me paso nada, a pesar que me drenaste más de lo que usualmente haces—dijo haciendo palidecer a Bram—¡seguro que estas bien! —pregunto nuevamente a lo que obtuvo como respuesta un doloroso mordico en el hombro—¡por supuesto que estoy bien tonto, podrías volver a drenarme igual y seguiría estando bien, solo que deberás alimentarme bien para la tercera vez—expreso alegremente Fay, haciendo gemir a Bram quien sabia del voraz apetito de su compañero y aunque prácticamente estaba próximo a esclavizarse en la cocina por horas, se sintió feliz al saber que no lo había lastimado y se recrimino su estupidez, Bram no quería que esta luna de miel parase más a su pensar pronto debían regresar, con una sonrisa beso nuevamente a su compañero, planeando disfrutar al máximo los últimos días de su luna de miel (…)

 

 

Pasados los tres días restantes, Fay y Bram regresaron a la escuela, pensaron que todo estaría como antes, en relativa calma, es decir que puede cambiar en un mes, pero lo que encontraron los sorprendió y en el día donde su suponía hablarían de lo genial que había sido su luna de miel, se encontraron con todos estresados, un aura negra rodeaba la mesa de la cafería,  Rodney y Kristof parecían querer matarse dedicándose miradas fugaces, Amy parecía abatida y más pegada a Dan de lo normal y Dan no parecía el mismo, lo que perturbo a Fay, pues las sirenas prácticamente brillaban, su magia podía verse reflejada en su apariencia física, sin embargo, el tritón había cambiado, sus ojos antes cian con un diseño intricado en el iris, ahora eran de un opaco negro sin el característico brillo de magia en ellos, como en las otras sirenas,  su cabello azul se había vuelto marrón y su tez se veía pálida y demacrada, el pobre chico parecía un muerto en vida.

 

—¿Qué sucede, porque Dan se ve así, está enfermo? —pregunto Fay inocentemente sentándose junto a sus amigos en el almuerzo, su rostro y el de Bram mostraban preocupación por su amigo— no…es nada estoy bien—respondió rápidamente el tritón antes que Amy y Rodney dijeran algo—¡bien! Si claro, bien…—reprocho Rodney golpeando la mesa y emitiendo un estruendoso gruñido, Kristof sentado varias mesas adelante, miro al lobo con un odio tan profundo que hiso estremecer a Fay—¡nos vamos solo mes y todo estaba patas arriba, quiero saber lo que está pasando, no me excluyan! Quiero saber a quién debemos matar o torturar…—los ojos del pobre Bram al escuchar a su compañero casi se le salen—pero, F-Fay estas embarazado, ¡es mejor que te alejes de los problemas! —cuestiono, Fay rodando los ojos cambio a su forma grande y le mordió el hombro con desdén—¡solo quiero ayudar, además pensé que ya te había quedado claro que no soy frágil.

 

—lo se…pero, aun así, me preocupo—el rostro de Bram estaba sonrojado al ver como su adorable compañero mordía su hombro, aquello en vez de dolor solo logro excitarlo—enserio, el aura rosa y llena de felicidad que están emitiendo, me molesta—se quejó Rodney enojando a Bram, sus ojos se tornaron rojos y sus colmillos se alargaron, ambos se levantaron abruptamente de la mesa, pero antes que estuvieran a punto de pelear Amy los detuvo.

—¡paren! Se que estas enojado Rodney, pero eso no es excusa para desquitarte con Bram, ellos no tienen la culpa de no saber…

—¡es por eso, que quiero saber que pasa!

 

Se quejo Fay otra vez alzando las manos para llamar la atención de todo—no puedo decirte, porque son cosas de sirenas y para nosotras es prohibido habl…

—¡el bastardo de Kristof impregno a Dan y ahora está siendo drenado por tres bebes dragón, de los que por si fuera poco el muy imbécil no quiere hacerse cargo! —murmuro con aura oscura Bram, haciendo que Amy gritara como loca para que nadie escuchara el chisme, Fay y Bram se quedaron helados al escucharlo—¡los tritones también pueden e…!—exclamo Bram a todo pulmón y Amy apresurada subiendo a la mesa tapo su boca—¡maldita sea que parte de son cosas de sirena, super secretas y que nadie debe de saber no entienden!—gruño la chica en voz baja, mirando de reojo a Dan—lo siento, yo no quería contarle, pero me sentía tan mal que si no sacaba de mi pecho, moriría—lagrimas rodaron por las mejillas de Dan, Rodney dejando de lado su mal humor, fue asentarse junto al chico y posando su brazo en su hombro lo reconforto, el chasquido de algo quebrándose hiso que todos giraran su vista hacia la mesa donde estaba sentado Kristof, su prometida estaba gritando como una histeria por el comportamiento del chico.

 

—¡qué es lo que te pasa, porque no quieres que te toque, eres mi prometido…es tu deber!

 

—¡a la mierda con eso del deber, estoy harto…quiero que me dejes solo, o cancelare el puto compromiso!

 

—¡cancelarlo, no seas ridículo, eso es imposible, eres mío por la ley de apareamiento de los dragones!!!

 

Expreso la chica su rostro envuelto en rabia, miro con desprecio a Dan, una siniestra sonrisa apareció en su temible cara, con malicia se acercó a Kristof y le susurro algo al oído que ninguno pudo escuchar, para después marcharse con él prácticamente arrastrándolo, Kristof se puso pálido y abatido, su cuerpo temblaba levemente al alejarse con la chica, Fay enserio que odiaba a la bruja, era tan molesta, además de que siempre estaba jactándose y aprovecharse del poder político que poseía su padre, era tan irritante, pero nada podía hacer, esto a su pesar era una pelea en la cual no podía meterse, porque aquella chica parecía realmente loca y no sabía que le haría a su familia si intervenía, enfurruñado se sentó en la banca de la cafetería, su hambre se le había quitado por el disgusto y eso era decir mucho tomando en cuenta su embarazo, muy a su pesar solo Amy y Rodney podían hacer algo y aunque pesaba cooperar en cualquier plan que tuvieran era lo máximo que podía hacer, sin embargo, había algo que no le cuadraba, ¿no era que los dragones no estaban locos por aumentar sus números? de ser así, porque Kristof no quería hacerse cargo de Dan, estaba mas que claro que los dragones anularían su compromiso al enterarse del embarazo.

 

—porque Kristof no quiere hacerse cargo, es decir los dragones están…ya sabes, intentando procrear a cualquier costo…

 

—él no lo sabe…—fueron las frías palabras de Dan—no puedo contarle…la ley de las sirenas lo prohíbe, no podemos hablar de nuestro genes o habilidades

—¡esa es una ley ridícula, pronto Kristof lo notara cuando se haga más notable, si tu aroma no te delata el cambio de tu cuerpo lo hará, es más hasta me sorprende que no lo haya notado aun! —se quejó Rodney—piensas que no sé qué es una ley ridícula, pero mi padre la implemento por algo—contrarresto Amy—Dan pronto deberá marcharse a la Atlántida, por lo que no hay que preocuparse de que Kristof se entere.

 

—eso no es…algo cruel, no contarle me parece mal—dijo Bram llamando la atención de todos— por supuesto que es cruel, pero nuestras leyes son así, yo soy quien peor se siente, yo provoque esto y ahora por mi culpa Dan está pasando por esto, lo único que puedo hacer por ahora es proveerlo de magia, pero debería regresar a la Atlántida mínimo en dos semanas, no puedo hacer nada más que eso...—expreso Amy a Dan, el tritón tenía los ojos rojos por el llanto, por su expresión Fay se dio cuenta que el chico no quería marcharse, Fay rezaba para que las cosas lograran solucionarse de la mejor forma posible, pero por cómo estaba todo esa sería algo difícil, mirando de reojo a su compañero, se aferró a su brazo obteniendo algo de consuelo, el ver a sus amigos preocupados era algo que no le gustaba.

 

Fin

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