condiciones capítulo 7

 

capítulo 6


Las cosas se habían tornado un tanto extrañas por así decirlo, porque de la absoluta nada Alem se había comenzado a comportar diferente, él idiota estaba siendo amable, haciéndome elogios y regalos, eso me preocupaba pues la última vez que había sucedido había terminado con un puto y brillante collar de oro en mi cuello, era lindo, no lo negaría, más sin embargo, las iniciales atrás del mismo me hacían hervir la sangre y agitar mariposas al mismo tiempo, era algo que odiaba, pues no podía controlar la atracción que sentía por él, pues no sabía que un cavernícola como él pudiera ser lindo.

Era casi un milagro que aun pasando un mes mis padres no notaran que tenía un collar en mi cuello con sus iniciales, estaba enojado y era tan raro como quería estrangularlo y besarlo al mismo tiempo, todo era tan bipolar con él y era aún peor ahora que estaba a pocos días de mi celo, en serio que estaba cachondo, no quería tomar mis supresores y quedarme en casa, pero tampoco quería faltar a clases, porque sabía perfectamente que lo lamentaría, era muy malo entendiendo apuntes ajenos, eso no era lo peor, no, lo terrible era el miedo de encontrarme con Alem en mi estado drogado y hacer algo estúpido, por lo que decidí por mi bien JAMÁS volver acercarme, ni caer en la trampa de ser “amigos” de ese cavernícola, no obstante esa resolución tenía baches y dichos baches se manifestaban en molestas y adorables apariciones del idiota por donde quiera que fuera, tenía lujuria contenida por su culpa y eso que aún no me llegaba el celo, maldije nuevamente a su seductor aroma a alfa y el hecho de que otros chicos no me atrajeron tanto como él, por lo que no me le acercaría, lo ignoraría y pediría ayuda Aiden cuando tomara mis supresores para no ir a buscarlo, eso fue lo que medite mientras trazaba garabatos en mi libreta.
—ese es un lindo dibujo
Escuche la voz de mi peor enemigo frente a mí, causando que Aida y Aiden quienes estaban sentados junto a mí, rieran, enojándome. Mientras que Alem el causante de todos mis males estaba ahí parado en clase de arte como si nada viéndose tan guapo como siempre, actuando como si todo fuera hermoso y hubiera paz en el mundo, enserio me molestaba ¡quien lo había dejado pasar! refunfuñando me cuestione, por lo que frunciendo el entrecejo desvié mi mirada de aquel repugnante ser—¡por favor, no puedes estar enojado conmigo para siempre! Qué tal si te invito un delicioso helado e intentamos resolver nuestros problemas…—gruñendo con fuerza rompí mi lápiz ante aquellas palabras, no era la primera vez que me lo pedía, es más ya me lo había pedido como 30 veces y no es como que las estuviera contando, es solo que era demasiado insistente, tramaba algo, tenía que estarlo, ¿verdad?
—Liem…
—no pienso salir contigo…no importa que…
—ni siquiera si digo que quiero ser tu esclavo
—no…-cortante conteste, cuando entró la nueva maestra de arte y llamó a Alem al frente, al parecer se había ofrecido a ser nuestro modelo por este día, muchos de los omegas de la clase dieron grititos de emoción cuando desaboto su camisa dejando parte de su de amplio y musculoso abdomen a la vista “maldito narcisista” me dije mentalmente rodando los ojos.
—¿Por qué no le das otra oportunidad Liem? No se tal vez te sorprenda…
sugirió Aida entre susurros comenzando a dibujar en su lienzo—¿en serio? Me estas pidiendo que salga con él después que me puso su puto collar como si fuera un perro
—pues por eso, ahora que está siendo amable puede darte la llave y podrás deshacerte de él
—¡no!
Apretando el pincel con fuerza murmure pintando su estúpida cara con desprecio.
—pues a mí por tu negativa me parece que le tienes cierto aprecio si no quieres quitártelo—opino Aiden—eso no es verdad—defendí apuñalando el lienzo con pintura roja.
—¿Por qué lo sigues negando si están obvio que te gusta? —contrarresto Aida enojándome—¡estas locas, cómo podría gustarme un cavernícola idiota como él! —negué agitando mi pincel con tal rabia que lo rompí llamando la atención de todos, pero por sobre todo la de Alem quien únicamente me sonrió de una forma tan asquerosa que me dejó de piedra, suspirando y con dolor en el pecho, esto era sin duda terrorífico, algo raro le pasaba estaba seguro.
Después de 2 horas incómodas de clase donde Alem me siguió viendo de un modo tan asqueroso que me hizo sentir mariposas en el estómago, por fin la clase termino, a toda prisa y aún con rastros de pintura en mis instrumentos me apresure a meterlos todos en mi estuche, quería escapar lo más pronto posible antes que el deseo me ganara.
—entonces…aceptarás ir a tomar un helado después de clases…
—¡NO!
Gruñí sin parar de guardar mis cosas a toda prisa-sabes dibujas realmente bien, en serio captaste mi persona…—lo escuche al mirar su pintura—¡por favor, para ya…además ese dibujo es una total basura!
—nada de lo que hagas me parece una basura, para mi es lindo—respondió haciéndome sonrojar y acelerar el pulso ¿Quién era este chico y donde estaba el verdadero Alem?
—me estás asustado deja de portarte así…
—jajaja tomamos ese helado…
—haaa…me tienes harto con lo mismo
—prometo que si vas conmigo esta será la última vez que te hablo
—¡porque haces promesas que claramente no podrás cumplir!
—iras…
—esto, es…haaaa…está bien, pero esta será la última vez que salgo contigo
—perfecto, te espero después de detención.
Con una sonrisa acariciando mi sonrojada mejilla, se marchó haciéndome sentir como un tonto y cuando llego el momento de nuestra reunión estaba aún más nervioso, todo parecía normal en un sentido que no me gustaba y me hacía sospechar, estábamos sentados uno enfrente del otro esperando nuestros helados cuando todo me explotó en la cara.
—estoy muy contento que aceptaras venir, quiero pedirte perdón por mi anterior comportamiento, te daré la llave para que te quites mi collar…
Abriendo mis ojos de par en par me quedé atónito, enserio estaba pidiéndome perdón y dándome la llave del collar o había algún truco sucio, con un puchero reconsidere sus palabras, yo enserio amaba su collar, pero era solamente porque era una pieza muy linda de joyería y no por otra cosa, estaba reconsiderando mis opciones cuando lo siguiente me dejó aún más helado y consentimientos asquerosos que no podía explicar.
—por cierto, me quedaré con el collar porque he ahorrado por una eternidad por el…creo que sería un lindo regalo para mi futuro esposo, espero que no te moleste.
—“molestarme” —pensé enojado apretando mis puños debajo de la mesa—claro…—respondí con una sonrisa falsa—primero debo ir al baño—sin esperar si quiera a que objetara me fui, pase entre las mesas viendo a barias parejas felices que me hicieron un nudo en el estómago, los asquerosos celos me poseyeron, sabía que era totalmente ilógico estar celoso porque otras personas fueran felices, sin embargo, estaba de mal humor, al abrir la puerta, mirando mi reflejo en el lavado la ira me poseyó. —¡que se joda, me lo quedaré, porque debo devolverlo es su culpa dármelo en primer lugar, cómo se atreve a siquiera pensar en dárselo a un gigoló cualquiera, “futuro esposo”, si como no…seguramente será un prostituto de cuarta conociéndolo…—respirando profundamente, miré nuevamente mi reflejo en el espejo, tenía una expresión que odie, todo era culpa de ese idiota, el hecho de estar tan confundido era todo su culpa, era lo que me repetía, cuando de repente su figura apareció en el espejo detrás de mí.
—que te sucedió…que hay con esa cara…—pregunto arrogantemente al cerrar la puerta del baño, una gran sonrisa adorno su atractivo rostro, irritándome, enojado le di un puntapié—¡cómo te atreves…eres un idiota! —sollocé desmoronándome, era realmente patético.
—¡HAY…demonios eso dolió! Podrías tranquilizarte, por favor no tienes por qué llorar… enserio lo siento, pero a ti te parece justo que ahorre gran parte de mi vida por un collar para la persona que me gusta y que esta persona rechazándome sin la más mínima esperanza de amistad se lo quede, no solo rompiéndome el corazón si no dejándome en banca…
—¡entonces porque me lo diste en primer lugar, yo enserio, te odio…eres un imbécil! —solloce con lágrimas contenidas y en un arrebato tomándolo por la camisa lo bese, enojado mordí sus labios posesivamente escuchando como gemía de asombro, pero esto duró poco, porque al recomponerse, tomo el control, metiendo su lengua hasta mi garganta, me hizo olvidar en primer lugar porque estaba enojado y por qué seriamos una terrible pareja, todo fue borrado, cuando nuestras bocas se encontraron, su lengua acariciaba la mía entrando y saliendo para saboreando mis labios, sentí mi calor crecer cuando nuestros cuerpos se apretaron aún más, mi agujero comenzó a mojarse cuando el muy descarado tomo mi trasero en sus enormes manos apretándolo y acariciándolo, algo enojado y excitado, apreté el suyo en venganza, estaba tan duro y firme que casi me hizo correr al imaginarlo desnudo ante mis ojos, el muy cretino tenía un buen culo y eso era algo que no podía negar.
—supongo que ahora estamos en paz—susurró roncamente cuando nos separamos para respirar—no…—dije sonrojándome si iba a ceder al menos me saldría con la mía—solo estaremos en paz siempre y cuando jures que le quitaras las estúpidas iniciales a mi collar…además de que…—mordí mis labios por el nerviosismo y la vergüenza—de que tienes la obligación de quitarme la virginidad y cuidarme cuando me llegue el celo…solo así aceptaré salir contigo—reproche avergonzado y arrepintiéndome de inmediato—ok…solo lo haré si eso significa que somos novios desde ahora—respondió alineando mi rostro al suyo y sonriendo como un total idiota.
—está bien…desde ahora somos…No-novios… ¡más te vale que me seas fiel o te cortare el pene!
—¡por supuesto! —contestó feliz besando mi frente—además quiero sexo ahora mismo…
—¡espera que…! Eso…—riendo nerviosamente trato de hacerse el desentendido—Alem quiero sexo…sabes lo horrible que estar drogado por mis estúpidos supresores, solo por eso te he aceptado como novio—haciendo un puchero lo amenace, era mentira, pero él no tenía por qué saberlo.
—pero, tus padres me mataran, tal vez deberíamos esperar…ya sabes hasta la universidad—propuso con una risa nerviosa, enredando su cabello por el nerviosismo, sus ojos miraban a todos lados menos a mí, no podía creer cuan cobarde era, no era culpa suya, tenía eso mas que claro, sin embargo, no evitó que me molestara.
—¡NO! Que de bueno tiene tener un novio si no puedo satisfacer mi celo con él…—me quejé haciendo mi carita más adorable para convencerlo—tienes razón, pero a tus padres no les parecerá raro que llegues tarde a casa….
—les mandare un mensaje diciendo que me quedaré en casa de Aiden…
—bien…pero solo lo hare con una condición…
—cual…
—que digas “te amo” …—erizándome lo mire a los ojos, Alem tenía una expresión seria, no parecía estar bromeando en lo absoluto ¡en que me había metido!—¡eres idiota tenemos poco de conocernos, como podría amarte—respondí con mi corazón acelerado—¿al menos te gusto? — pregunto haciendo que me calentara por todos lados—por mi lado ten por seguro que me gustas tanto que hasta considero que eres adorable cuando estás enojado y tus defectos me parecen lindos…podría decir que mis sentimientos más que gustar se ha convertido en amor y si tu no sientes lo mismo por mi…pues supongo que tendré que resignarme y dejarte libre, no me voy a conformar con poco, tenlo por seguro…
—tú…tú…creo que me gustas…—contesté cerrando los ojos y sintiendo mi piel arder de la vergüenza al confesarlo…
—“creo” eso no me parece una respuesta aceptable…es si o no, es muy fácil Liem y mírame a los ojos cuando me lo digas…—reprocho y abriendo mis ojos su cara estaba toda sonrojada—está bien… ¡tú idiota m-me gustas, me gustas mucho, pero hay de ti si andas por ahí alardeándolo, juro que te pateare si te atreves a divulgarlo!
—ok…—fue su simple respuesta sonriendo mientras me abrazaba y a pesar que hace poco había estado molesto y un poco celoso, me sentí relajado hasta incluso feliz, después de regresar a nuestra mesa, una vez que aclaramos nuestros problemas, comimos nuestro helado a paso acelerado, dándome un pequeño paseo en su motocicleta me llevo a su casa, está a pesar de no ser muy grande tenía un hermoso jardín frontal, la casa era de color turquesa y tenía un estilo americano, común de la zona, guardado su moto en la cochera, nos dirigimos a la sala y la cruzamos con tanta velocidad que casi sentía mis pasos flotar.
Al llegar a su habitación me acostó en la cama y dejándome momentáneamente se fue regresando poco tiempo después sosteniendo una caja de condones—haremos esto de modo correcto—dijo sonriendo nerviosamente, sus manos temblaban mientras abría la caja y sacaba un codón, por lo que excitado y también nervioso comencé a quitarme el uniforme escolar siendo seguido por Alem, mis ojos no podían quitarle la mirada, era demasiado sexi, cuando bajo su bóxer su pene rebotó, gemí excitado y avergonzado, la cosa era enorme y su vello púbico también era albino—es… enorme…—susurre—no es para tanto…—Alem completamente sonrojado respondió dándome un beso en la frente para luego darme otro en los labios, mis brazos automáticamente rodearon su espalda acercándolo.
Nuestros cuerpos desnudos se frotaron aumentando mi excitación, Alem abriendo mis piernas de par en par dejo un rastro de besos desde mi pecho hasta mi pene completamente erecto, con cariño le dio un beso a la corona para luego introducirlo en su boca de lleno haciéndome gritar de placer— ¡estas realmente mojado!...no se si podré contenerme…espero que el condón no se rompa— dijo entre lamidas mirando lujuriosamente mi agujero empapado y dejando mi pene chupo mis bolas gruñendo glotonamente, mientras sus dedos acariciaban mi agujero totalmente mojado e hinchado por el próximo celo, de repente su boca dejo de chupar mis bolas dejándolas titilando y fue directo a mi agujero.
—¡espera…eso es vergonzoso!
Tapando mi rostro, escuche a Alem reír—pero…debo prepararlo o te dolerá, además creo deberías ver que es lo que hago, no querrás perdértelo te ves demasiado sexi, es sin duda una imagen que siempre recordaré, además también es mi primera vez …
—¡primera vez, pero eres un alfa!
Gimotee mortificado y quitando las manos de mi rostro mire justo el momento que más vergüenza me traía, sonriendo perversamente Alem saco la lengua y se zambulló entre mis mejillas lamiéndome como si fuera un dulce, su lengua se arrastraba de arriba a abajo de mi agujero y lo succionaba cada cierto tiempo, mientras yo tapaba mi boca intentando inútilmente contener mis gemidos—¡no…mas…me voy a venir! —solloce empujando a puras penas a Alem de entre mis piernas sus labios estaban mojados con mi lubricación—dulce…tan dulce ya no puedo más…tengo que estar dentro—murmuraba lamiendo mis jugos de sus labios al mismo tiempo que rompía el envoltorio del condón—creo que voy a necesitar un poco de ayuda—con una sonrisa presumida expresó mirándome fijamente sonrojado, entendiendo la indirecta tome el condón de sus manos y lo rodé por su pene, pensando cuán agradecido estaba de las vergonzosas clases de sexualidad que había recibido a principio de año, de las cuales, me había quejado y avergonzado fervientemente, habían sido más útiles de lo que hubiera pensado, después de rodar el codón hasta la base comencé a subir y bajar por su pene hasta que estuviera correctamente puesto o eso pensé antes de darme cuenta que en realidad estaba masturbándolo—podrías dejar eso…—gimió Alem respirando entre cortado antes de tumbarme nuevamente en la cama y guiar su pene a mi entrada—te ves tan adorablemente…lindo, ¿como un agujerito tan pequeño puede tomar mi verga?—musito metiendo la punta haciéndome ver estrellas en el proceso, solo un tiempo paso cuando sentí más de su pene en mi interior, fue tan intenso el placer que gimiendo me corrí manchando todo mi pecho y parte de mi rostro—¡rayos!—sollozo Alem—ya te corriste y ni siquiera estoy totalmente dentro—su mano tapaba su nariz donde brotaba sangre, su rostro estaba completamente rojo y su cuerpo estaba levemente temblando por el placer, al parecer se estaba conteniendo para no hacerme daño, lo que me hizo arder por dentro—pervertido…—gemí totalmente ido en el placer y sintiendo un calor nuevamente en mi vientre, lo apreté con fuerza, haciéndolo gemir y agarrar las sábanas debajo de mí.
—lo quiero todo…más…lo necesito…por favor
Sus ojos brillaban de lujuria y su esencia de alfa me dejo medio borracho, enloquecido porque me reclamara, sus colmillos apenas se ocultaban entre sus labios, yo estaba nuevamente excitado y mojado, cuando para mi desgracias en ese instante, apunto de ser desvirgado, alguien tocó a la puerta—¡espero que no estés haciendo lo que estoy imaginando!—grito su hermano al otro lado de la puerta asustandonos, Alem rápidamente salió de mí, dejándome dolorosamente vacío y enojado, desnudo corrió hasta la puerta poniéndole seguro, antes que Aleix entrará.
—¡no está pasando nada!
—¡no te creo, ¿porque cerraste la puerta, estás ocultándome algo?!
—¡NO! Yo…claro que no, es solo que no estoy presentable, me acabo de bañar…
—en serio…pues más te vale que no sea así porque tengo a los padres de cierto chico en la sala esperándolo…
Gimiendo dolorosamente mire la entrepierna de Alem, su pene aún estaba deliciosamente erecto y yo aún estaba cachondo, incluso ahora más, ¿cómo diablos mis padres habían averiguado que no estaba en casa de Aiden? Acaso él me había traicionado, enojado me levanté de la cama, Alem hambrientamente me miro limpiar el rastrojo de mi lubricación con una de sus toallas del suelo—haaa…no puedo creerlo, mierda—se quejó relamiendo sus labios, poniéndose con dificultad sus calzoncillos y pantalón, lo que era difícil con una erección así de grande, recogiendo mi ropa mire de reojo nuevamente a Alem, él estaba totalmente pálido, no me extrañaba, mi padre se había sobrepasado con el rifle aquella vez.
—Calma…yo me encargare de ellos…
—pensé, que les habías dicho que estarías en casa de Aiden, como es que descubrieron que era mentira… ¡estoy muerto! peor, ahora ellos no aceptaran nuestra relación
—tranquilízate se los dejare muy claro, ellos no pueden prohibirnos salir…
Intenté tranquilizarlo cuando ambos nos poníamos nuestras camisas a toda velocidad, una vez que lo hicimos, bajando las gradas los vi a ambos, mi padre betas estaba rojo de la ira y le lanzaba miradas asesinas a Alem, mi padre omega en cambio estaba enojado, pero era más sereno—¡nos mentiste! —reprocho mi padre omega enojado—si y que…sabía que ustedes se enojarian si les decía que quería estar en casa de mi novio…
—no me enojaria, a menos que pensaras hacer cosas indebidas a nuestras espaldas, eso es realmente irresponsable, apenas estas en el instituto—expreso mi padre omega, sabía porque estaba preocupado, después de todo él se había embarazado apenas con 17 años y no quería que a nosotros nos pasara lo mismo, pero yo no era como él, además Alem había utilizado un condón y tenía pastillas anticonceptivas en casa de las que me habían dado en las clases de sexualidad, por lo que no había nada de lo que preocuparse.
—¡de aquí a cuando ese delincuente es tu novio, habías dicho que no te gustaba! —se quejó mi padre beta
—¡oiga no le diga delincuente a mi hermanito, para su mayor información él tiene de los mejores promedios de la escuela y es muy responsable a pensar que a veces se meta en problemas!
Contra ataco Aleix sorprendiéndome no era un mal hermano después de todo—¡cómo es que ustedes averiguaron donde estaba, el metiche de Aiden les contó—pregunte—tienen una app de rastreo en tu celular—soltó Aleix con una expresión burlona en su cara, haciendo enojar a mis padres—¡no puedo creerlo…esto es pasarse, como pueden!
—¡solo lo hacemos porque te amamos, eres un omega y nos da miedo que cualquier loco por la calle te haga daño o que alguien te secuestre!
—¡eso no es excusa, están siendo paranoicos!
Grite enojado, cuando Alem me interrumpió—si les sirve de algo, juro que lo cuidare de ahora en adelante, estando conmigo a Liem nunca le pasara nada, seré el novio perfecto si me aceptan y siempre lo hare feliz…
—¡enserio…y quien lo cuidara de ti!
—¡papá!
—¡juro que no lo tocaré hasta que nos casemos! —propuso el idiota de Alem poniéndome de los nervios, mis padres escuchando aquello mirándose el uno al otro, asintiendo contestaron lo que más temía—perfecto puedes ser su novio siempre y cuando se guarden hasta el matrimonio, además nada de verlo en tu casa, cada vez que quieras visitarlo siempre será en nuestra casa a puerta abierta y si intentas algo estaré en la entrada de su habitación vigilando—respondió mi padre beta enojándome.
—¡esto es una locura ya no soy un niño!
—acepto…
Contestó el imbécil de Alem, haciéndome cuestionar porque motivo lo quise como novio en un principio, esto sería sin duda una tortura, como se suponía que debería abstenerme ahora que conocía el placer del sexo, bueno casi sexo, porque aún no perdía del todo mi virginidad, enojado le di un puñetazo en el estómago a Alem saliendo de su casa enojado, pero si mis padres pensaban que podrían salirse con la suya, manipulando a mi novio se llevarían una gran sorpresa.

Comentarios