Capítulo 5 una noche tortuosa.

 



Capítulo 5 una noche tortuosa.

 

Bram aún no podía salir del shock que fue descubrir que Fay podía embarazarse, el miedo lo corroía por dentro preguntándose si su hada estaba esperando su hijo, no es que no quisiera un hijo en primer lugar, el problema era que aún no estaba preparado para ser padre, por lo que con un pequeño grito aterrado miro el vergonzoso y bochornoso libro de reproducción paranormal que sacó de la biblioteca con la burla de la bibliotecaria aun avergonzándolo, con sus manos temblorosas se negó a mirar la primera página temiendo que ésta contuviera alguna imagen perturbadora que lo dejará marcado de por vida, asustado tiró el libro a una pila enorme de ropa sucia y oro para que desapareciera.

 

—deja de ser tan infantil y lee de una puta vez el libro…—con un estruendo su hermano entró en su cuarto y arrojando su puerta a la pared contigua, se sentó a su lado en la cama. —¡oye respeta mi privacidad!

 

—¡cómo se supone la respete cuando estas parloteando sin cesar, podemos leer la mente por si acaso se te olvida!

 

—¡entonces controla tus poderes en vez de regañarme! Además, ese libro… ¡es realmente bochornoso me rehusó a verlo, porque mejor no me dices tú cómo es la reproducción de las hadas!

 

—la verdad es que ya lo olvidé, fue hace años que estuve en la escuela, para ser exacto hace más de 40 años hermano…—respondió Erick tomando el libro en su mano y al abrir la primera página su cara se sonrojo—¡por dios, que es esto! Es una lamentable excusa de libro pornográfica, disfrazada de libro de educación sexual—expresó temblando—vez te lo dije—exclamó Bram sintiendo escalofríos al recordar como quedó de traumatizado al ver la adaptación al cine de ese libro hace 10 años, con el rostro sonrojado Erick logró llegar a la página donde se hablaba de la reproducción en las hadas—esta es la página—dijo el chico dando la vuelta fuera del desordenado cuarto de Bram.

 

—¡adónde vas, aun tienes que arreglar mi puerta!!!

 

—no lo haré, esa es mi venganza por decirle a al imbécil de Dylan que tenía vacaciones…

 

—¡ahora sabes cómo me sentía…no mentía cuando dije que ese sujeto era un pervertido acosador!

 

—si lo se…pero sabes lo peor…

 

—¿Qué?

 

—es mi compañero…—dijo Erick con pesar.

 

—¡oh… mierda!, tienes mala suerte hermano…

 

—si lo sé…puedes creer que se atrevió a presentarme su harem de hombres, debería estar agradecido de seguir con vida, nunca más quiero volver a verlo y si piensa que puede compartirme o compartirse entre todos esos chicos, está muy equivocado…—expresó Erick con ira contenida en su voz asustando a Bram quien con una cara de susto procedió a sumergirse en su propio infierno tomando con fuerza una almohada la colocó en su pecho, tomando el libro procedió a leerlo una vez que su hermano se levantó de su cama y se fue seguramente a arreglarse para su pedida de mano, sintiendo como su presión se elevaba y todo sonrojado como espero, al dar vuelta a las primeras páginas todas ellas eran muy explícitas, conteniendo varias parejas de hadas de diferentes sexos en diferentes poses a la hora del coito, todo era demasiado explícito para el gusto de Bram y carecía de censura lo que lo incomoda, apartando las imágenes de su mente, procedió a leer:

“el apareamiento en hadas es una fase sumamente importante para ellas, sus tradiciones dicen que un hada debe mantenerse casta hasta el matrimonio y esperar hasta el ritual de luna para consumar con su compañero, esto claro es solo una sugerencia y no una ley, cuando a un hada le aparecen flores de color blanco significa que el hada entrará pronto en su ciclo de celo y cuando las flores se vuelven de color rosa o rojas significa que el hada está embarazada, los síntomas del celo son: calor, que ellas describen quema su piel, desesperación, pérdida de razonamiento coherente y adicción a cualquier tipo de fluido de su compañero, sobre todo al semen si su pareja es barón, tanto hombres como mujeres pueden concebir, pero su cuerpo no puede engendrar la vida como otros paranormales. Las hadas al pasar por su época de celo, cada cinco meses, al quedar embarazadas no desarrollan un feto sino una semilla que les genera una pequeña barriguita en su verdadera forma y es imperceptible en su forma cambiada, el periodo de gestación de las semillas tardan alrededor de tres meses y el hada puede tener todos los síntomas de un embarazo normal, ya cerca del parto en su estómago se formará el tatuaje de una flor de color rosa que indicará el lugar por donde la semilla será expulsada a la hora de dar a luz, cuando la semilla esta creada esta deberá sembrarse en la tierra natal de las hadas, cabe mencionar que las hadas son los únicos paranormales que pueden mantener a sus hijos en suspensión hasta que se sientan capaces de cuidarlos.

 

Al sembrar la semilla la pareja debe proveer de magia y amor durante dos años que es el tiempo en que la flor germina para darle vida a una nueva hada o mezcla de hada.”

 

Bram al leer aquello suspirando de alivio, logró tranquilizarse momentáneamente hasta que se dio cuenta de lo idiota que había sido, ahogando su cara con la almohada una vez arrojó el libro aun lado, se sintió mal no solo por haber huido de Fay, sino porque sabía cuán vengativa era su hada, aun podía recordar que la última vez que había molestado a su compañero, este lo había atado al poste de su cama, luego se había masturbado frente a sus hambrientos ojos, sus delicados deditos habían abierto su agujero y sus lengua lamia sus labios de modo tan tentador que parecía estar lamiendo su verga, lo peor fue que su compañero le impidió tocarlo, corriéndose con un lujurioso gemido encima de su abdomen, dejándolo con las ganas y con el tentador olor del semen de su compañero, Fay malvadamente después del show, había tomado su ropa dejándolo atado y con una enorme erección, buscando la forma de soltarse.

 

—¡demonios, espero que me perdone!

 

Susurró para sí mismo, levantándose de su cama se dirigió a su closet sacando un elegante traje negro que colocó en su cama, después de tomar un ligero baño golpeando sus mejillas frente al espejo del lavado, se vistió y arregló su cabello obsesivamente, quería verse presentable para sus suegros, saliendo de su cuarto miró la pila de obsequios acumulados en la sala, sus padres y su hermano mayor estaban a un lado de la sala esperándolo.

 

—¿no creen que son demasiados? —señaló Bram a la pila de enormes regalos acomodados uno por uno.

 

—que esperabas, insultantes a los padres de tu compañero, para ganar su respeto debes presentar tus disculpas y regalos, créeme nosotros podemos ser muy tradicionalistas, pero incluso nosotros entendemos que eso de guardarse para el matrimonio es anticuado, pero las hadas no son así Bram, si no logras caerle bien a tus suegros harán tu vida miserable, las hadas son muy vengativas…—reprocho su mamá con todo acusador.

 

—ya lo sé, créeme lo he viví en carne propia…

 

—cuando lleguemos a su casa debes arrodillarte ante ellos y pedir la mano de tu compañero…—recordó su padre ajustando su corbata.

 

—claro…

 

—no olvides sonreír no importa lo que te digan y obedecerlos en todo…—aconsejo su hermano con voz burlona seguramente disfrutando su infortunio.

 

—… ¡ya lo sé todo eso! dejen de repetirlo, solo están provocando que me estrese más…

 

Se quejó Bram sintiendo un millón de mariposas bailar en su estómago, tomando la pila de regalos los cuatro con sus poderes aparecieron frente a la puerta de Fay, el padre de Bram tocó el timbre, al abrirse la puerta una mujer con un extraño peinado en forma de corazón los saludo—¡hermano ya vinieron los vampiros a pedir la mano de mi lindo sobrino! —grito ella con una voz chillona algo molesta.

—así que has venido a pedir la mano de Fay ¿eh? —dijo el padre de Fay con una sonrisa malvada poniendo nervioso a Bram, el vampiro entrando en la casa con pasos torpes, puso la pila de regalos al lado donde se arrodillo a los pies de sus suegros.

—¡P-POR FAVOR PERMÍTANME U-UNIRME CON SU HIJO Y-YO PROMETO HACERLO FELIZ POR SIEMPRE!

 

Gritó sintiéndose idiota por lo ridículo de la situación—en tanto obedezcas las tradiciones de nuestra especie—dijo la madre de Fay con una encantadora sonrisa falsa, sin embargo, esas sonrisas mentirosas no fueron nada comparado con el terror que le produjo ver el rostro inexpresivo de su compañero al bajar las gradas del segundo nivel, Fay claramente seguía molesto y bajando a paso lento, hasta llegar al pasillo el aura oscura que emanaba el hada era cada vez más evidente.

 

—h-hola amorcito…te ves muy guapo—dijo Bram intentando inútilmente apaciguar lo inevitable— gracias…—respondió Fay cortante asustando a Bram, la cena fue tal y como la espero el vampiro, con Fay  lanzándole dagas cada vez que sus miradas se cruzaban y los padres de este haciendo chistes de humor negro, que eran claras amenazas de muerte a él, no eran los únicos, pues la extensa familia de su compañero no hacían más que molestarlo divirtiéndose con su tormento al momento que la madre de Fay contó la historia de cómo habían sido pillados en pleno acto antes de casarse, Bram sentía como su corazón se paraba cada vez que el grupo de hadas, sacaba un cuchillo para rebanar los diferentes platillos con formas sugerentes de pene, Bram estaba nervioso y aterrado, porque no tenía ni un solo aliado en esa cena, si las cosas continuaban su curso estaba seguro que moriría, pero al mirar a su hada haciéndole señas en un rincón oscuro de las escaleras supo que ese fin al parecer se había adelantado, nervioso, primero espero que todos estuvieran lo suficiente ebrios para que nadie notara su presencia, al llegar al oscuro hueco entre las gradas,  un enojado Fay lo jalo haciéndolo caer por un hueco en la pared, dando un grito se sintió caer en algo esponjoso, con horror miró que era una cama de hojas, mirando a su alrededor pudo notar que el lugar parecía un invernadero bajo tierra.

 

—¡porque estuviste evitándome ayer!

 

Renegó Fay tomando una cuerda de la mesa a la izquierda del vampiro y atando sus manos a una columna se sentó en su pecho mirándolo con recelo—lo siento, es estaba asustado…aun no estoy listo para ser padre, que tal si hago algo mal…

 

—¡ya deja de preocuparte de cosas que aún no pasan idiota!…

 

—¡pero, pasará tarde o temprano, más porque estas en celo! —señaló las flores blancas que cubrían la hermosa cabellera rosa de su pareja.

 

—cuando suceda estaremos preparados debes confiar en nosotros, dudo que seamos malos padres…además si me embarazas no tenemos por qué germinar la semilla en ese mismo instante, también con el tiempo podemos consultar libros o podemos pedir consejo de nuestros padres, bueno eso si quieres tener hijos conmigo…

 

—sé que tienes razón, pero aun así me da miedo, es muy pronto…yo quiero darles a nuestros hijos un hogar propio, quiero una casa acogedora y cálida que podamos llamar nuestra, yo quiero un hogar contigo, pero para eso necesitamos tiempo para poder establecernos…

 

—de verdad… ¿entonces no estás asqueado de tener hijos conmigo?

 

—¿Qué, no…como podrías pensar eso? Tener hijos contigo será la cosa más hermosa, porque los niños que tengamos serán producto de nuestro amor…

 

—eres un tonto lo sabías, yo había pensado en torturarte con cera caliente y tú con lo que me sales, ahora que se supone haga creo que estoy excitado…

Expresó su hada todo sonrojado, estremeciendo a Bram, quien con algo de asombro y horror miró el grupo de velas rojas en la mesa a su izquierda, suspirando aliviado y para no ser torturado si su compañero cambiaba de opinión, comenzó su seducción—supongo que para compensarte, debería darte algo de alivio, musitó en tono sensual tomando la cremallera de los pantalones de Fay con su boca haciendo que Fay se sonrojara emitiendo el mismo olor dulce que casi lo vuelve salvaje en la escuela, aspirando pesadamente el rico aroma agradeció estar atado porque de lo contrario ya habría arrojado a Fay abajo y lo hubiera montado duro, no importándole si después lo embarazaba, bajando el cierre de los pantalones y luego su bóxer con los dientes, se encontró con la rosa cabeza del pene de Fay empapada de pre semen, una gota se derramó por el eje haciéndolo parecer un rico postre, con la respiración entrecortada, lamió la gota de líquido desde la base, hasta llegar a la raja de donde salió aún más.

 

—¡Aaaaahhhh más…más, mas, mas…Bram! —chillo el hada separándose momentáneamente para quitarse los pantalones y arrojarlos, Bram respirando pesadamente miro como Fay de forma sensual se posaba encima de él y dándole la espalda abrió las mejillas de su culo mostrando su hinchado agujero abierto y húmedo-por favor lo deseo ya no puedo más…tómame…—rogó sacando el enorme pene de Bram de sus pantalones y dando un suave tirón este comenzó a masturbarlo hasta dejarlo totalmente erecto—ha… Fay no podemos…tus padres me castraran si descubren lo que estamos haciendo, podrían incluso cancelar la boda…

 

—no se darán cuenta, será rápido por favor, Bram…esas pastillas no me calman—susurro Fay comiéndose prácticamente el pene de Bram, el vampiro gimiendo trato de calmarse y no correrse, pero le resultaba difícil con Fay lamiéndolo y chupándolo como paleta.

 

—espera…me vendré…

 

Advirtió, mientras temblaba con las réplicas clara de su primer orgasmo, su pene engrosándose se derramó inevitablemente, avergonzándolo por lo prematuro que había sido, por unas cuantas lamidas, pero pese a su fracaso, en el rostro de Fay en vez de decepción había euforia, provocando que Bram se volviera a excitar, mirando como su compañero lamia la espesa leche de pene y relamía sus labios al dejarlo totalmente limpio y brilloso, por lo sensual de la escena su pene medio suave se volvió duro nuevamente, atormentándolo el dolor por estar dentro de su compañero.

 

—¿Por qué?...porque, sabe tan rico…—protesto el hada tragándose la cabeza del pene de Bram nuevamente, chupándola golosamente con la lengua hasta que logro que esta soltara pre semen otra vez, gimiendo a Bram casi le da una hemorragia nasal,  al mirar el comportamiento lujurioso de su compañero quien con su pequeña mano había tomado su propio pene, acariciándolo al mismo tiempo que chupaba su pene  de forma golosa, Bram muriendo de lujuria rompió las cuerdas que lo ataban para agarrar las mejillas del trasero de Fay y sumergir su lengua en el estrecho y resbaloso agujero.

 

—¡AAAAHHH! Tan bueno, si así… más…—gimió Fay enloqueciendo a Bram quien sacando su lengua del apretado agujero miró como este se abría con facilidad—¿te has estado masturbando? —preguntó metiendo dos dedos de un solo empujón—¡No! —contestó Fay corriéndose encima suyo y desplomándose con su pene aun enredado en su lengua. —entonces porque estas todo flojo aquí y lubricado—volvió a preguntar metiendo tres dedos haciendo que Fay dejara de chupar la cabeza de su pene, acariciando todo su grosor aclaro su duda-no me he masturbado ni preparado…es cosa del celo, eso ocurre para que la metas sin dificultad…no se siente ningún dolor por más duro que seas solo placer…¡AAAAAhhhhh! —gimió al casi venirse por segunda vez cuando Bram tocó su punto dulce, temblando y con las mejillas sonrojadas Fay siguió mamando el pene de su compañero, Bram sintiéndose salvaje miró el agujero abrirse y cerrarse llamándolo, provocándolo, pero pese a su lujuria no se dejó llevar por ella, conocía las consecuencias, por lo que abriendo aún más el agujero de color rosa metió su lengua por el sensible conducto sintiendo como este se apretaba deseando más, Fay gemía ahogando sus gritos con la enorme verga en su boca y se empujaba atrás con desespero, mientras al mismo tiempo se masturbaba de arriba abajo, temblando pronto sintió su orgasmo por lo que chupando con mayor fuerza y mordiendo suavemente el pene de Bram logró que este se corriera derramando todo en su boca y para extrañeza de Fay, el semen sabia dulce en su lengua, como un gatito desesperado lamió todo el pene tratando de tener más, con un temblor se corrió minutos después al sentir como Bram hacia embestidas a su pobre y necesitado agujero con su lengua.

 

—F-Fay ya deja de chupar mi pene…tenemos que irnos antes que alguien se dé cuenta…-exigió Bram temblando, cuando noto que pese a que Fay se había corrido este seguía chupando su medio erecto pene.

 

—¡no! quiero más…sabe tan bien…—expresó el chico lamiendo la erección completa nuevamente, asustando al pobre vampiro, quien pese a ser una bestia a la hora del sexo nunca había conseguido tantas erecciones en tan poco tiempo.

 

—¡sí! —se vanaglorio el hada comiéndoselo nuevamente—¡no espera…AAAAHHHHHH m-mierda!—repitió Bram temblando por el placer y no sabiendo qué hacer una voz en el fondo de su conciencia le dijo que a este paso terminaría castrado por lo que con un pequeño sollozo lastimero, logró sacar su pene de los hinchados labios de un frustrado Fay y varios minutos después ambos sigilosamente lograron infiltrándose nuevamente en la sala y con el bullicio de sus familiares,  retomando sus puestos fingiendo que nada había pasado, por lo menos Bram lo intentaba, pues Fay estaba nuevamente tentando su auto control lamiendo sus labios de forma sensual que parecía aun estar lamiendo su verga, sus pezones estaban erectos bajo su camisa y en sus pantalones mirando con detenimiento podía verse un enorme bulto, Bram estaba casi seguro que moriría si no se marchaban pronto.

 

—qué tal si se quedan a dormir…

 

Dijo el padre de Fay riendo y bailando con el padre de Bram ambos estaban borrachos cantaban una canción en tono desafinado, mientras las mamás de ambos se reían estruendosamente quejándose de lo idiota que eran sus maridos, por otro lado su hermano se reía como loco con dos botella de licor en sus manos y gritaba alegremente bailando él solo, todos los demás parientes estaban en las mismas disfrutando de la noche menos Bram quien sabía que sería incapaz de aguantar y terminaría haciéndole el amor a Fay, para ser castrado inevitablemente cuando fuera más que obvio que había embarazado a su compañero, seguramente todos los parientes de Fay se unirían a su tortura cuando ese momento llegará,  dando un grito ahogado supo que este era su fin.

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